Nos conocimos el 23 de octubre de 2023 y la fe nos unió

Entre majestuosas montañas y frondosos bosques había una pequeña ciudad, la vida era serena. Eso fue hasta el día en que un temible dragón descendió sobre la ciudad, arrojando sombras de terror y desesperación.

Dirk-Jan, un humilde viajero conocido por su corazón bondadoso y su valor inquebrantable, se encontró en medio del caos. El aliento ardiente del dragón abrasaba la ciudad y sus rugidos resonaban por las calles, provocando escalofríos incluso a los guerreros más valientes.

Mientras la ciudad se sumía en el caos, una joven emergió de entre el humo y las llamas: Joselyne, una hábil guerrera con un corazón de oro. Sus ojos, llenos de determinación, se clavaron en el dragón. Sabía que, para salvar la ciudad, tenía que actuar con rapidez y decisión.

Con su espada brillando a la luz del sol, Joselyne se lanzó hacia el dragón. Sus movimientos eran rápidos y precisos, una danza de valentía y destreza. Dirk-Jan, testigo de su valor, sintió una oleada de esperanza. Sabía que Joselyne era la única oportunidad de la ciudad.

La batalla fue feroz. Joselyne esquivó el aliento de fuego del dragón y golpeó con precisión. Su espada chocó contra las escamas del dragón, creando chispas que iluminaron el oscuro cielo. A pesar del inmenso poder del dragón, la determinación de Joselyne nunca flaqueó.

Al ver la lucha de Joselyne, Dirk-Jan supo que tenía que ayudarla. Rápidamente, ideó un plan para distraer al dragón. Con un escudo improvisado y una lanza que encontró entre las ruinas, Dirk-Jan se acercó valientemente a la bestia por el costado, gritando y agitando para llamar su atención. El dragón dirigió hacia él su ardiente mirada, dando a Joselyne la oportunidad que necesitaba.

En un momento de pura valentía, Joselyne saltó sobre el lomo del dragón, apuntando a su punto vulnerable. Con una poderosa estocada, clavó su espada en el corazón del dragón. La bestia soltó un último y ensordecedor rugido antes de desplomarse en el suelo.

La ciudad estalló en gritos de júbilo cuando el dragón cayó derrotado. Dirk-Jan corrió al lado de Joselyne, con el corazón lleno de gratitud y admiración. «Nos has salvado a todos», dijo, con la voz temblorosa por la emoción.

Joselyne sonrió, sus ojos se ablandaron al mirar a Dirk-Jan: «Nos hemos salvado mutuamente», respondió. «Juntos somos más fuertes».

Desde aquel día, Dirk-Jan y Joselyne se hicieron inseparables. Su amor floreció entre las ruinas de la ciudad que habían salvado. La ciudad fue reconstruida y sus habitantes prosperaron, recordando siempre el día en que un humilde viajero y una valiente guerrera se unieron para derrotar a un dragón y restablecer la paz.

Para los que aún nos siguen leyendo, la verdadera forma en que nos conocimos fue, como casi todas las parejas de hoy en día, por internet ;).